En la década de los ochenta, la serie V llevó el furor alienígena a la pantalla chica. Creada originalmente como una analogía de la dictadura nazi, esta serie de Kenneth Johnson (The Bionic Woman, The Incredible Hulk) está influenciada por la maestría de Arthur C. Clarke, quien en su novela Childhood's End (1953) plantea un inicio similar: enormes naves extraterrestres llegan a la tierra en son de paz, con intención de compartir su tecnología para evitar la destrucción de la humanidad. Pero, a diferencia de este clásico literario, en la serie V los visitantes muestran su verdadero rostro reptiliano mientras que la rebelión —humana y alienígena— se organiza para combatirlos. A pesar de los limitados efectos especiales y de un guión en ocasiones atropellado, la versión original de V logró conjugar el misterio, la intriga y la acción para producir un éxito
25 años después de esos lodos estos polvos
1 comentario:
yo aun recuerdo de volver a casa con la bicicleta y con mi bocadillo de chocolate quedarme bobo viendo unos extraterrestre muy especiales
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